A través de dispositivos autónomos (energía solar o batería) y conectados a Internet (tecnología inalámbrica) es posible sensar más de 60 parámetros de calidad de aire, agua o suelo. Los datos recogidos, se transmiten en línea a una plataforma en la nube, capaz de visualizar la información capturada y transmitida por los dispositivos las 24 hs. durante 365 días al año.